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28 febrero 2008

Abadía del Rescate


Lo que debería ser una cena al mes con este cuarteto (N, Cl., L. y yo) se convierte, la mayor parte de las veces, en una cada dos o tres meses (es que tenemos unas agendas muy ocupadas, jejejeje) pero esta vez conseguimos reunirnos.

Desde hace tiempo tenía pendiente venir aquí, ya que es la versión “más económica” del
Restaurante Acuario pero con cierta analogía en su carta (como en el color asalmonado de sus paredes).
Imprescindible reservar, puesto que el salón del que dispone no da cabida a muchas mesas, aunque también tiene una terraza aclimatada exterior que permite poder dar de comer a un número mayor de comensales.

Llegamos y nos acomodamos en una coqueta mesa en el fondo del comedor. Pensamos qué pedir siguiendo nuestra fórmula de siempre, un entrante a compartir, una ensalada y que cada una se pidiera el segundo que quisiera. Para el centro el “Crepe de jamón y queso”, que en este caso, serían dos para que cada una tomara medio, y la “Ensalada de Abadía del Rescate” donde se combina una gran variedad de verduras y frutas con alguna gamba que otra (perfecto! ya tenemos las 5 raciones diarias que manda el Ministerio, jejejeje).
De segundo, cada una se decidió por uno distinto, una “Confit de pato”, otra “Solomillo de ciervo con trompetillas de la muerte”, otra “Entrecote con frutos del bosque” y para mi un “Chuletón de buey” (algo ligerito para cenar… jejejeje).
Y de beber? Pues un vinito, uno de la recomendación del mes “Páramo de Guzmán” crianza, ya que si lo recomiendan será por algo...

Los Crepes nos los trajeron ya servidos de cocina, a cada una su mitad. El sabor rico, un plato sencillo que bien podría animarme a preparar un día en mi casa (cuando la tenga terminada :-D). La Ensalada también, con toda su melé de ingredientes bien agrupados dando al plato un aspecto saludable.

* Detalle de la ensalada

Las Carnes, a excepción de la mía que no me cautivó demasiado, estaban bien, pero sobretodo lo que más éxito tuvo y que pude comprobar (y corroboro que estaba buenísimo) era el Ciervo con las trompetas de la muerte. Una carne con un sabor fuerte como caracteriza a todas las de caza, pero tierna.

* El plato de carne que me pedí yo

De postre dos a probar, una Crema de coco (para N. y para mi) y una Tarta de chocolate (para las dos hermanas). A mi la crema me gustó bastante, pero sólo es apta para amantes de este fruto.

* No, no es una sopa de ojos, es la crema de coco :-)

El servicio muy atento. Un camarero joven que nos atendió, con algún que otro despiste que rápidamente era arreglado, y siempre con la simpatía y el control del supervisor que estaba pendiente de que todo fuera estupendamente. De precio, 32 euros por persona.

Recomendado para parejas o incluso para reuniones mensuales de amigas ;-)

Lo encontraréis en la Plaza Cristo del Rescate 6 (cerca Iglesía de S. Juan). Telefono: 968 21 21 45
*Para cuando la próxima quedada? :-)

12 noviembre 2007

Restaurante Acuario

Viernes noche, comienzo de fin de semana y prefiesta de cumpleaños. Nos merecemos una buena salida...
Así que, aunque al principio íbamos C. y yo a cenar aquí para hacer tiempo antes de que comenzara la fiesta, se nos unieron “Sushi de anguila” y Pe. (la versión mejorada 2.0 - esto es - rubia y murciana).
Con reserva previa para las 22 horas (no vaya a haber sorpresas después) comenzó nuestra cita.
El sitio acogedor, con un cierto aire vintage que lleva a dudar si le hace falta un aire de modernización o realmente eso es lo que está de moda hoy en día. Paredes de tonos salmón, sin complejos (que voy a decir yo, que me gustan los colores fuertes) y en una de ellas se levanta esa magnifica Catedral murciana - construida con terrones de azúcar - que es ya un clásico del local.

* Detalle de la Catedral de terrones de azúcar


Nos fuimos acomodando en la mesa, y mientras tomábamos unas cervezas, fresquísimas por cierto, nos pusimos a comentar la semana casi olvidando elegir los platos. Por fin nos centramos en el asunto, no sin que antes vinieran a tomarnos nota en un par de ocasiones, y nosotros sin haber separado aún las hojas de la carta…
Para el centro, Bocaditos de Magra y Foie (uno por cabeza) y 2 Crepes Tres Delicias (así mitad para cada uno).

* Foto de los bocaditos de magra y foie

Ya cada uno pidió su plato, los chicos pescado y las chicas carne (los tiempos están cambiando, jejejeje). A mi me seducía el Chateaubriand de solomillo con trompetillas de la muerte (seguimos en otoño, todo lo que lleve setas a mi me chifla); Pe., una Perdiz en Hojaldre; “Sushi”, una Lubina salvaje con boletus perfumado; y C. optó por un pescado fuera de carta para saciar su apetito, Atún de hijada.
* "Mi" Chateaubriand de solomillo con trompetillas de la muerte...

De beber, con una carta de vinos bastante variada, opté, previo acuerdo de la mesa elegir un Divus Crianza (vino jumillano que, hasta el momento, no me ha decepcionado).

Los Bocaditos, servidos en plato bastante caliente y ración por persona estaban ricos, pero lo que de verdad me cautivó fue el Crepe. Vale que uno mismo se pone y quizá lo hace en su casita, pero mientras me pienso si lo hago o no lo hago, me quedo con ese (por cierto, relleno de jamón y queso, mmmmmm…)
Después fueron llegando los platos. Con muy buena pinta todos pero sobretodo me quedo con el mío (que fue el que probé), acompañados aparte de las trompetillas, de unas castañas asadas que estaban riquísimas (si, si, este si que es un típico plato de otoño y lo demás tonterías).

El resto de comensales manifestaron que los suyos estaban muy ricos, pero deberían de ser ellos lo que comentasen sus platos, porque yo con el mío ya tenía suficiente.
El Vino me gustó, ya sabía lo que pedía, aunque el resto no quedó tan cautivado como yo (aaaaaaaaah, no haberme dejado a mí elegir, jejejejeje)

El Servicio, rápido y atento, pendiente de que tuviésemos todo en orden. El Postre no lo probamos, teníamos otro encuentro en un bar (había que dejar hueco… la próxima vez será).

De precio, 39 euros por persona (bien los vale). Recomendado para una comida de trabajo o bien para llevar a tu pareja a un sitio tranquilo, alejado de ruidos y aglomeraciones.

* Colores fuertes predominan en el comedor

El restaurante está en la Plaza de la Puxmarina 1. Teléfono: 968 219 955

25 septiembre 2007

Bambino

Entrando ya en la rutina del pre-otoño, con sus lluvias y sus noches más frescas, tocó salida de Sábado noche.
S. y yo quedamos para tomar unas tapas, en un sitio donde no hubiera mucho ruido en la previa a tomar una copa. Así que pensando, pensando, elegí este sitio tan cerca de la zona de bares y a la vez agradable.

Reservé mesa para las 21.45 y me insistieron puntualidad absoluta o perdería mi reserva a los 15 minutos (madre mía esto se parece cada día más a Madrid).
Llegamos sin demora, que es una de las ventajas de poder ir andando y no tener que aparcar (imposible un Sábado noche) y teníamos nuestra mesa, con nuestra velita y todo (se me olvidó decirle que no era una cena romántica, jejejejeje).

El camarero, muy amable, estuvo trajinando el aire acondicionado para que no nos diera de lleno, y al final, lo consiguió. Estuvimos mirando la carta aunque no sin cierta dificultad debido a la poca luz que tiene el local (muy útil para una cena en un ambiente cálido y relajado pero no para poder leer o ver lo que comes).

Pedimos todo para el centro, empezando con la Ensalada “Espuma de mar” (con aguacate, langostino, lechugas y caviar); el “Carpaccio de solomillo”; y a compartir unos Espaguetis Carbonara. El camarero nos aconsejó pedir también unos “Bambinos de Foie”, que son unas tostaditas cuadradas pequeñas con foie y miel, a lo que no pudimos negarnos.

La Ensalada, servida en un gran bol, era enorme (ya con eso habría cenado de sobra). Aliño aparte, para echar y mezclar. Luego llegaron los Bocaditos (seis en total), con su foie caliente, mmmmmm… y el Carpaccio. Este último me gustó bastante y estaba tan finamente cortado que era difícil distinguir una loncha de otra. Con el pesto y el parmesano aparte para servir al gusto (excelente idea para aquellos que no sean muy amigos del queso). Por último, llegaron nuestros Espaguetis en una fuente al centro, que tomamos acompañados por unas copas de vino “de la casa”, un “Casa de la Ermita”.

De Postre - y a pesar de haber comido bastante - no nos pudimos resistir a pedir una “Tarta de frutos del bosque” aunque yo me habría decantado más por el Tiramisú. Nos la sirvieron con unas copitas de vino dulce, a modo de invitación.

El Servicio estuvo muy bien, rápido y simpático. Recomendado para gente joven que quiera una cena romántica a la luz de las velas o cuando hay espectáculo quiera una noche diferente.

De precio aproximado, unos 24 euros por persona.
Al final nos dieron una hoja para rellenar para mantenernos informados de los espectáculos de flamenco y música en vivo que hacen un miércoles de cada mes y que son 100% recomendables, según AK, porque yo aún estoy esperando encontrar hueco en alguno de ellos (siempre me entero tarde )
Como nota curiosa diré que los miércoles a mediodía, previo encargo, puedes comer gazpacho jumillano (buuuuuuuuuf…) aunque voy a esperar a que llegue un poco más el frío para lanzarme...

Lo encontraréis en la C/ San Ignacio de Loyola 1, Teléfono 627 80 29 67

28 agosto 2007

Los fogones del gourmet (San Javier)

Llegó el fin de semana, temporal y pocos planes para salir. Estamos Pb, MM y yo, intentando convocar a varios más para cenar, pero el primer partido del Real Murcia en la Condomina, la lluvia y el viento y otros compromisos adquiridos con anterioridad, llevaron a no tener mucha suerte en nuestra citación.
Una pena, porque se iban a perder el probar un nuevo sitio del que me habían hablado y que tenía muchas ganas de ir.
Reservé mesa (importante porque no disponen de muchas) y allí con las pocas indicaciones que disponíamos nos fuimos las tres de "aventura gastronómica" (mis favoritas).

Autovía Alicante-Cartagena, salida 784, -San Javier Sur, Aeropuerto-... bien, parece sencillo, luego un par de rotondas conforme indica el plano (una foto de él en el móvil, ayuda mucho cuando es de noche y llueve un poco). Y por fin, cercano al Tanatorio (si lo pasas, es que te has pasado el sitio), vimos la tienda gourmet que buscábamos. Aparcamos y la atravesamos, porque el restaurante está dentro de la tienda.
Pero antes de sentarme no pude evitar darme un pequeño garbeo por la tienda... QUE MARAVILLA, aceites de todo tipo, condimentos, mermeladas, foie, ibéricos, vinos, rarezas, chocolates, bueno, será poco todo lo que describa...
Nos acompañaron al saloncito, con vistas al campo de golf (que pena de lluvia :-( ). Nuestra mesa, pegada a las cristaleras, era amplia y bien presentada.
Pedimos unos refrescos y a ojear la carta que era extensa. Me habían recomendado que pidiera el carpaccio de reno (tomen nota los que visiten el sitio) pero había tantas cosas que pedir que al final se me olvidó.
Al centro todo, “cajitas de palmera con mango” (van por unidades, así que recomiendo pedir cada uno la suya, jejejeje), ensalada Leven (con todo tipo de ingredientes), una especie de pasta de colores, parecida a la concha, acompañada de habitas y chopitos (no recuerdo el nombre exacto). Y como segundo al centro, secreto de ibérico con patatas fritas (muy rico, pero llegué ya llena, jejejeje).

Como nadie quería vino, me pedí una copa para acompañar el segundo, y me sirvieron un Carmelo Rodero (Riberita…).

El jefe de sala y el camarero que nos atendió muy amable, pendientes de nosotras, lo cual apenas hacía falta, porque estaba todo perfecto. De postre, una tarta de chocolate de galletas casera… mmmmmmmmmmmmmmmmmm… (y eso que yo suelo tomar muy poco chocolate).


En definitiva, creo que acertamos de lleno en la elección del restaurante, se nos hizo una velada muy agradable.
El precio, unos 25 euros aproximadamente, una calidad excelente.
A la salida volví a echar un ojo a la tienda… aquel no era el momento de compra pero prometo volver y recargar en la tienda (bueno, bueno, alguna cosilla que otra).

Lo podéis encontrar en la Crta. Alicante-Cartagena s/n, San Javier, (siguiendo mis indicaciones del principio y el pequeño mapa que he puesto, no hay perdida).
Telf. 968 193 301

25 agosto 2007

Las Cuevas (San Miguel de Salinas)


Vaya, vaya... cuando aún sigo de vacaciones pero la climatología me impide pasar mucho tiempo en la calle (a riesgo de que me lleve el viento), me pongo a postear de los nuevos sitios descubiertos en lo que va de verano...
Llegó la hora de la primera cena social del verano, con la misma gente que en invierno pero de verano que parece que es distinto (y siempre hay un día que se queda para estrenar la temporada, aunque esta lleve ya unas semanas…). Así que pensando, pensado y descartando sitios con aglomeración veraniega, me vino a la mente este local del que ya me había hablado en invierno mi mejor colaborador AK pero que no encontré ocasión de ir hasta ahora.

Por lo que la expedición veraniega, Pb, MM, Javive, C y J y nos acercamos a este destino de interior, fácil de encontrar gracias a los distintos carteles indicativos establecidos en el pueblo. Y allí, en un pequeño espacio casi enclavado en una roca, con una entrada típica de una casa huertana, con su lucecitas, buganvilla y jazmineros, un pequeño patio rodeado de macetas, nos gustó nada más bajar del coche.
Tuvimos suerte y encontramos mesa para seis en la terraza exterior, recomendable para los meses de verano (ya que en el interior pinta hacer bastante calor), aunque mientras nos lo preparaban nos permitimos pasear por la cueva interior (la cual recomiendo visitar) y ver los distintos salones para comer. Tienes tus reservados de 5/6 personas, su saloncito para mesas de dos e incluso su salón más grande con dos mesas enfrentadas para algún grupo más numeroso.
Y si, la mayoría de la clientela era extranjera (como terminarán conociendo estos sitios?).


Nos sentamos en la terraza en nuestra mesa, empezamos a pedir las cervezas más frías que tuvieran. Para el centro sendas ensaladas de cigalitas, verduras y foie (mmmm…rica y curiosa mezcla) y una ración de pimientos asados con ventrisca y anchoas, que tuvieron mucho éxito. También para compartir los crepes rellenos.

Los segundos a la elección de cada uno… que si corazones de solomillo, o una de lomo ibérico, entrecot al Cavernet Sauvignon(para mi que todo lo que suene a pais galo me encanta, jejejeje) o los calamares en su tinta con arroz blanco.
De todos, el que menos gustó fue el de los calamares quizá porque el sabor era demasiado fuerte, pero el resto de comensales estaba contento con su elección. De beber, un Ramón Bilbao (eso sí, la carta de vinos se caracteriza por no conocer ninguno, así que al final uno se centra en el que conoce de alguna otra vez).
En mi opinión el vino, que estaba aceptable, le faltaba un punto de frío ya que en esta época, mantenerlo a temperatura ambiente significa servirte un caldo (en el sentido literal de la palabra)
Las dueñas muy simpáticas, nos contaron que ya llevaban 7 años en la zona. Servicio rápido y correcto.
La pena es que no pude disfrutar del tablaó improvisado que se monta a veces ya que ese día no debía de tocar pero prometo repetir a ver si tengo más suerte la próxima vez.
Precio medio de 30 euros por persona.
Tiene su toque romántico y sobretodo son de esos sitios que no te esperas encontrar “ahí perdidos”.

Está en Barrio 1º de Mayo, 13 en San Miguel de Salinas. Telf. 966 723 432

http://lascuevas.ecsocial.com/
*Dedicado a Guille, por tener tanta prisa por venir a este mundo :-)


14 junio 2007

Da Lucio


Definitivamente el calor anula un poco mis ganas de escribir, que no mis ganas de salir que esas nunca fallan pero aprovecho que se va acercando el fin de semana y para aquellos que no nos vamos a la playa, elegir un buen sitio para cenar.

Este a pesar de estar un poco alejado del centro merece la pena visitar. Al entrar por su puerta, ya te encuentras un cartel con las sugerencia de Lucio para la comida/cena de hoy, las cuales recomiendo hacer caso (algún plato no viene en la carta) pero si aún así ninguna te convence, tienes un menú degustación por 32 euros (+ IVA) que acompaña los platos con un vino tinto o un menú gourmet por 36 euros (+ IVA) maridado con vino blanco.

Nosotros optamos por elegir a la carta esa noche. Para el centro una "scamorza piastra" (disculpadme los italianos por las posibles faltas), que consiste que un queso mozarrella a la plancha con jamón serrano (100% recomendable) y "tortina cipolle" (un pastel de cebolla).

La camarera nos aconsejó los platos que más le gustaban y nosotros que con cualquier sugerencia nos dejamos guiar, nos decimos por eso mismos. Para mi, ravioli al funghí porcini (que es una variedad de setas) y para C, espaguetis chitarra (que son con frutos del mar), pero ambos con el firme propósito de cambiarnos los platos a la mitad.
El mío, riquísimo, pero claro era fácil, cualquier cosa que lleve setas a mi me gusta. Incluso me quedé con las ganas de pedir los de trufa.
Los espaguetis me gustaron mucho más, quizá porque como siempre pido el mismo tipo de comida, se me olvida que la pasta casa perfectamente con cualquier ingrediente. En este caso el plato estaba a rebosar de distintos “fruti di Mari”, almejas, gambas, mejillones, calamar… tenían cierto toque picantillo que lo hacían aún más sabrosos. Si de los dos, sin lugar a dudas doy la puntuación más alta al segundo plato.


De acompañamiento un Nero d’avola, vino tinto de la isla de Sicilia, que tuve el gusto de probar el año pasado cortesía de Pe, que me trajo una botella de su viaje a aquellas tierras (cosa que yo no me traje cuando estuve allí). Y si muy buena elección para ese menú.

• De hecho el nombre viene de la uva con la que está hecha y que es la uva roja más importante cultivada en la Isla.

En este italiano a parte de la sugerente carta de platos que tiene, ir un jueves también tiene su miga. Esos días tiene espectáculo de música en directo, en este caso (y no sé si siempre) de Massimo Braco, que a juzgar por su nombre es un "proprio" italiano al frente de su piano (u organillo) que te va deleitando con canciones que bien puedes ir eligiendo tú de una larga lista que tiene o las va cantando él al azar. Lo cual la velada fue bastante amena y divertida, eligiendo, entre plato y plato, autenticas joyas italianas de los años 60 ya bastante olvidadas (si es que yo me lo paso bien con cualquier cosa, jajajaja).

Así que si queréis una cena distinta y divertida sorprendiendo a vuestra pareja, id un jueves, ahora si lo que queréis es una cena tranquilita y romántica a la luz de las velillas, cualquier otro día también está bien.

El precio ronda alrededor de los 30/35 euros por persona (y por supuesto el espectáculo es gratuito, jejeje).
Lo encontrareis en la Avenida de la Marina Española 39 (La Flota). Tel. 968 20 51 00

06 junio 2007

La Bodeguita


Muchas veces pasando por delante y nunca había ido más de la simple cervecita en su casi oscura barra (donde a mediodía te regalan la tapa con la caña), quizá porque la entrada no me sugería atravesar a sus comedores, lo cual, hasta el viernes, era un gran error por mi parte...

Y allí se improvisó una cena de tres, el viernes por la noche y la elección del sitio fue una de las cosas estupendas de la noche (aparte de P, MM y yo, jejejeje).
Teníamos mesa reservada, porque los viernes - antes de que la gente empiece a escabullirse por las playas - es necesario hacerlo cuando quieres salir a cenar.

El comedor, con un lleno casi absoluto en todas las mesas, es bastante agradable y acogedor. Pedimos nuestra primera y única cerveza, antes de pasar al vino, mientras echabamos un ojo a la carta.
Los platos, bastantes apetecibles. Dudas sobre qué pedir. Lo único que teníamos claro es que sería todo para compartir al centro y que intentaríamos dejarnos aconsejar por el camarero que nos tocó (bastante simpático, por cierto).
La pena es que no quedaba avestruz, carne que me gusta bastante, así que entre las recomendaciones nos decidimos por el Variado de Pinchos, la Ensalada con queso de cabra, el Crujiente de foie, y el Solomillo (al punto) 3 salsas. El Chef suele hacer otro tipo de platos que no aparecen en la carta (el camareró te enumera lo que hay).

* Una foto de la ensalada con queso de cabra

De Beber optamos por un Juan Gil (Jumilla!), cosecha del 2005, que ya adornaba nuestra mesa cuando llegamos (esto sí que es telepatía y lo demás tonterías :-) ).

El Variado de Pinchos es una mezcla de 4 pinchos distintos con distintos ingredientes: foie, bacon, espinacas, huevo, plátano... bastante buenos (aunque cada una tuvo su favorito). El Solomillo, presentado con patatas fritas, y en un recipiente aparte 3 salsas: roquefort, mostaza, y barbacoa, para servir al gusto.

La comida muy buena, el servicio rápido (quizá demasiado, ya que se nos acumularon los primeros platos hasta que pedimos una pequeña pausa). De postre uno con chocolate, para rematar la faena.
Precio, menos de 30 euros por persona.
Está situado en la C/Joaquín Costa, 14- esquina C/San José. Tel. 968 06 96 51
* Repetiremos, no? :-D

16 mayo 2007

Casa Carmelina


Es difícil encontrar a una persona que no le guste la pasta... aunque haberlas, haylas.
A mi especialmente me gusta porque combina con todo tipo de ingredientes, que si verduras, carne, marisco, pescado, setas... y aunque no es un plato que suela tomar por las noches, a veces si me permito el capricho.
Así que esa noche me tocó cenar en un italiano y a este que fuimos. Tuvimos suerte porque fuimos sin reserva y aunque la parte de abajo estaba llena, en la de arriba estuvimos casi todo el rato solos (ya al final se llenó con otra mesa grande).

En la zona de arriba es donde se puede ver la bodega que tienen, quizá abajo está más animado, ves la cocina, hay más luz, no es muy ruidosa… pero si buscas un plan tranquilo, arriba también se está muy bien.
No íbamos con demasiada hambre aunque había bastantes platos en la carta que me hubiera pedido (si es que me cuesta elegir siempre, jejejeje). Hay distintos tipos de entrantes, luego las pastas, algo de carne y también pizzas (todo lo típico que te puedes encontrar en un restaurante de esa categoría),

Nos decidimos por un carpaccio de buey con parmesano y que cada uno eligiera su segundo. A mi se me antojaron unos spaghetti con fruti di mare que me gustaron bastante. Con trocitos de marisco y con almejas y mejillones.
De beber, aunque la carta tiene vinos italianos, a falta de conocimientos sobre esa materia, me centré en un español, que sin necesidad de dar marcas (no vaya a ser que el vino tuviera un mal día), quizá me hubiera compensado pedir uno típico de Italia (recomendada por el encargado, claro). Porque el que pedí, ni fú, ni fá… bebible pero no para tirar cohetes.

También probé un poco de los raviolis rellenos de espinacas y salsa de calabaza (ricos pero me quedo con los míos). El servicio muy atento, el camarero italiano y se le trababa alguna palabrilla pero eso no hace más que darle un toque más autentico al sitio.

De postre pedimos unos profiteroles para compartir al centro de la mesa. Y casi me cuesta encontrarlos debajo de tanta capa de chocolate… así que es un postre apto para los muy chocolateros.
De precio, unos 30 euros persona aprox.

Así que si que os lo recomiendo para salir una noche en pareja o que quedéis unos poquitos a cenar. Además está muy céntrico. Aunque también os podéis encontrar de la misma cadena, uno en Cabo Roig y otro en Villamartín (así que cerquita de mi zona)
El de Murcia, lo encontrareis en la Plaza de la Puxmarina, 2. Teléfono 968 22 10 17
www.casacarmelina.com

02 mayo 2007

Rincón de Lola (Espinardo)


Para los que les gusta ir a sitios distintos y no les importa coger el coche, hoy voy a hablar de este sitio en el que estuve hace poco.

Está en Espinardo, así que la distancia a recorrer tampoco es muy larga (claro dependiendo desde donde salga uno).
Encontrarlo no es difícil pero a simple vista no está. Se encuentra justo a la espalda del mítico bar “Avenida” de dicha pedanía, situado en la calle Mayor junto a la Iglesia.


En una calle estrecha que en ningún momento te lleva a pensar que allí vas a encontrar un restaurante. Y lo ves, su puerta, sus plantas su foco y su cartel “El rincón de Lola”.
Lo curioso es que es como si fueras a una casa, con su recia puerta de entrada, y con su telefonillo al que hay que llamar. Le das al botón “Recepción”, y enseguida te abren.
Casi, casi como si fueras a cenar a casa de un amigo (que es lo que creo que pretende el dueño).


La decoración del sitio bien puede recordar un poco al salón de tu casa. Nuevo, moderno, predominando los colores oscuros y la pared decorada con papel de líneas verticales.

No hay carta. Mientras pides la primera cerveza esperas a que el dueño, se acerque y te diga los platos que hay hoy. Lo cual a mi me garantiza la frescura del género.
Inconvenientes, que quizá vayas otro día y no encuentres lo mismo que tomaste la otra vez, incluso que no puedas orientarte de la idea de los precios (aunque supongo que los sitios sin carta, deben tener una misma media de precio en los platos).

Con la cerveza nos pusieron de unas virutas de foie con vinagre de Módena caramelizado. Ví que lo iban poniendo a distintas mesas, por lo que supongo que será el aperitivo que te ponen.
Así que cuando llegó el jefe con las sugerencias nos decantamos por unos buñuelos de bacalao y unos chipirones a la andaluza como entrantes. Y un entrecote para cada uno.
De beber, un jumillano por ejemplo (si, vale, “animal de costumbres”)

Los buñuelos estaban riquísimos y los chipirones, que a la andaluza vienen a ser rebozados con harina fina (es decir como toda la vida), también estaban muy buenos.

La carne del entrecote era muy buena. Eso sí, era un señor filete, que a pesar de quitar la grasa que le rodea, seguía siendo bastante grande para mi con todos los entrantes que tomamos. Además iba acompañado de patatas fritas y de pimientos de Padrón (y me tocaron todos los picantes).

De postre, Tarta de la abuela. Es decir la tarta de galletas de toda la vida, a la que le habían añadido un chorro por encima de chocolate caliente (para mi totalmente prescindible el chocolate fundido).

El servicio, fue rápido y muy amable. Estaba lleno, lo cual pudo hacer que la acústica no fuera muy buena del todo, pero tiene una zona reservada, separada por unos biombos, con una mesa redonda con una gran lámpara tipo araña encima.
El precio, 40 euros aproximadamente persona. Y recomiendo hacer reserva en fines de semana.

Así que si queréis ir, lo encontrareis en C/ Aire nº6, Espinardo. Telefono
: 968 830 000

30 abril 2007

Las cocinas del Bulevar




Mi último descubrimiento en cuanto a los sitios para salir ha sido este. Está en el centro y aunque está escondido, una vez que se de a conocer no nos parecerá que está tan oculto.

Es un restaurante situado en la parte interior de un bar/cafetería que hay en la misma plaza. Entras y al fondo, bajas las escaleras y accedes al sitio cuya decoración se caracteriza por su aire moderno.
Luces blanquecinas que sobre salen del suelo, lámparas rojas en techo de fácil movilidad según comensales en la mesa, sillas de color transparente (muy cómodas por cierto). Mezcla de color oscuro de las paredes con gresite de color verde pistacho hacía la zona de la cocina. Un piano de cola de color negro situado al bajar la escalera.


Con nuestra mesa para 7 reservada, nos fuimos acomodando y mirando la carta, amplia y con una gran variedad de platos de nombres más que sugerentes, mientras nos tomábamos la primera cerveza.
Ante la duda de si pedir platos de entrantes a compartir y cada uno un segundo, y debido a la cantidad de cosas distintas que queríamos probar, nos decidimos por un menú, a mesa completa de 35 euros (sin bebida), que llevaba bastante de las cosas que queríamos.
La carta también ofrece otros dos menús de menor precio a compartir a mesas completas, pero este mayor era el que llevaba más variedad y platos al gusto de todos.
De beber, un Valtosca del 05 (como tiene que ser)



Del menú nuestro, el cual fue servido impecablemente, me cuesta recordar todos los platos, pero destacaría el jamón ibérico, acompañado de almendras Versase (si, así como suena), con un tono de color dorado que no disimulaban su sabor original, también la ensalada con salmón, frutas y una nube de queso azul.
Nos gustó el revuelto de ajetes con patatas paja y para el entrecote de buey, que ya venía presentado en trocitos pequeños, se hizo hueco para poder probarlo.

De postre una tarde de chocolate con crema de toffe y helado de fruta de la pasión, que para resaltar su sabor recomiendo probar todo mezclado.
Con los cafés, nos pusieron unas galletitas de frambuesa y unas trufas de chocolate rellenas de naranja amarga que para los golosos era un autentico vicio.

Después, decidimos tomar una copa en el bar de arriba, con sólo subir la escalera, ya podíamos tomar distintos tipos de coktailes o copas normales. Lo cual, teniendo en cuenta de que en Murcia llovía (cosa que últimamente está dejando de ser un fenómeno extraño) y que luego tardamos un rato largo en decidir a que sitios vamos, y nos vamos encontrando los bares llenos, nos vino muy bien.

Recomendado para la gente que le guste innovar, que le guste los sitios de inspiración neoyorkina y modernos.

Lo podeis encontrar en C/ Peligros s/n (debajo de la cafetería, entrando por la misma puerta). Tel. 968 355 708
* De momento ha cambiado su carta y han añadido pizzas, pastas y ensaladas. Con un menú degustación de 25 euros y un menú diario de 13 euros.
Más adelante iré informando de sus cambios

27 marzo 2007

Limon i sal


El sábado pasado, en mi “tradicional” cena de cada dos/tres y a veces, incluso, cuatro meses con N y Cl, me tocó a mi (para variar también) elegir el sitio. Y cada vez me lo ponen más difícil porque N está casi a la misma altura que yo en el descubrimiento de sitios, pero ella se niega a reconocerlo…

Así que pensando, pensando me acordé de un restaurante en el que cené en las pasadas fiestas de Navidad y que me había dejado un buen sabor de boca, por lo que pensé que repetiría.

Reservamos para las 9.30 y nos fuimos dando un paseo. Puede parecer que está más lejos de lo que está, y si además no llueve y no hace demasiado frío, el paseo es incluso necesario para abrir un poco el apetito (y para poder beber vino sin tener que dar positivo en los controles de alcoholemia).

Al final, después de dar alguna que otra vuelta, dimos con el sitio (es que esa zona es muy nueva para mi). Y allí teníamos nuestra mesa esperándonos.

El local, pintado con tonos verdosos, es amplio pero las mesas están bastante separadas entre sí, lo permite que no sea excesivamente ruidoso. La cocina puede ser observada desde una amplia cristalera, donde vas viendo como los cocineros van elaborando las distintas comandas.

De la carta nos hubiéramos pedido todo pero como eso no era posible, por mutuo acuerdo, elegimos una serie de platos al centro y así ir picoteando distintas cosas. Por lo que nos decidimos por el foie con pan de especias, las habitas con cigalas y jamón, un solomillo con patatas y bacon y rape.
Y para beber... un jumillano (como no, jejejeje).

Mientras esperábamos tomando una cerveza nos trajeron de aperitivo un chupito de sopa de pescado que estaba bastante bueno.

Del foie que voy a decir... A cualquiera que le guste este plato tengo que decirle que se lo pida, sin lugar a dudas, pues estaba buenísimo.
Los otros platos también estaban muy buenos, prefiriendo yo más la carne que el pescado, pero ambos platos cayeron.

Y aunque toda la elección de platos fue elegida democráticamente, cuando llegó el postre estábamos entre dos postres, el de chocolate y el strudel de manzana… pero al final nos decantamos por el de chocolate (mmmmmmm...) y dejar al Sr. Strudel para otro día, jejejeje.

La cena estuvo estupenda, nos atendieron muy bien y bastante rápido incluso teniendo, por segunda noche consecutiva, una cena multitudinaria en el mismo sitio, pero claro también es la suerte de haber llegado bastante antes que ellos.

De precio, con vino y postre, salimos a 30 euros por cabeza.
Y sin duda repetiré, pero esta vez sin N, porque este ya se lo conoce.

Como nota curiosa diré que el sitio también es una Escuela de cocina donde dan distintos cursos, incluso para niños (lo cual es bastante interesante para padres que no saben que planes hacer con sus pequeños el sábado por la mañana).

“Limón i sal” está en la C/ Navegante Macías del Poyo s/n (La Flota). Tfno. 968 964 820

24 marzo 2007

La Cancela


Hoy es sábado por la noche y seguramente nos estemos estrujando el cerebro para decidir donde salir a cenar.
Por eso mi post de hoy se lo dedico a este sitio, porque fue donde cené anoche y donde creo que puede ser una buena opción para salir esta noche.
Es un sitio que tiene ya un par de años pero no todo el mundo lo conoce porque está algo alejado del centro (obviamente si estuviera en la Plaza de Santo Domingo todo el mundo sabría que existía).

Cuando atraviesas la puerta, encuentras con un restaurante muy bien puesto, con tonos pálidos y bien arreglado. Las mesas perfectamente puestas.
Tiene su cava de vinos que forma parte de la decoración de la estancia y unos cuadros, que podrían parecer algo extravagantes, pero claro, yo no entiendo de arte, así que supongo que será cuestión de gustos (y cuando te acostumbras a verlos hasta te gustan).

Mientras tomamos una cerveza, servida en un vaso alto y ancho, vamos ojeando la carta… y ya empieza la indecisión. Hay muchos de los entrantes que me apetecería probar, pero claro, yo me pongo a pedir y a pedir y luego ya no puedo con el segundo. Así que decido, que hoy me centraré en entrantes y me saltaré el segundo plato (que los tenían también bastantes sugerentes).

Así que nos decidimos por las croquetas al gusto de la cocinera (una por cabeza, ya que son grandes), la ensalada de arroz salvaje, pulpo a la gallega con patata cocida, morcilla de guerra y crujiente de berenjena con mil. Y para terminar, a quien le quepa un poco, tacos de atún.
Estoy convencida de que he pedido mucho… pero bueno, tenía muchas ganas de ir probando cosas distintas.

Con la carta de vinos la situación fue más curiosa, nada más abrirla vemos 27 tipos de aguas distintas. Desde Japón hasta Sudáfrica, pasando por distintos países del mundo, sin olvidar, por supuesto, las de aquí, las de toda la vida.
Hay una buena selección de vinos jumillanos, y yo me decanto por un Juan Gil cosecha 04 (que una siempre barre para su tierra y se que de momento no puedo fallar).

Las croquetas muy buenas, llevan una pequeña salsa de mostaza que no le hacen perder su sabor original (el de jamón), el arroz salvaje de la ensalada llevaba a recordar a aquella época en la que desayunabas arroz inflado, muy rica. El pulpo son 4 trocitos sobre un cremoso de patata cocida que a mi me gustó mucho y la morcilla de guerra supongo que tendrá ese nombre por el pequeño sabor picante que te deja en la boca (aunque no es una morcilla como la conocemos popularmente, esta es de verduras).
Para cuando llegaron las berenjenas yo tenía ya el espacio justo, así que me las fui comiendo como se comen las chips, picoteando.
Con el atún ya no pude comer más… tenía una pinta estupenda, y quienes lo probaron, lo afirmaron, pero yo… el hueco que quedaba quería aprovecharlo para alguno de los postres.

De postre cayó la fondee de frutas, que son trocitos de frutas variadas con dos salsas de mango y de chocolate caliente (mmmmm…). Un postre perfecto para terminar.

A pesar de tener una mesa multitudinaria al fondo, nos atendieron perfectamente y bastante rápido.
El sitio tranquilo, ideal para cenas de parejas que quieren salir ajenas a miradas indiscretas, incluso para salir a conocer sitios nuevos.
El precio, 30 euros por persona aproximadamente con lo que pedimos. Lo cual me parece bastante aceptable.

La dirección es Avda. Miguel Ángel Blanco s/n (junto al club de la tercera edad). Santiago el Mayor. Teléfono: 868910820

16 febrero 2007

El Alambique


Sales una noche a tomarte una cerveza, porque apetece después de salir de trabajar, y porque esta ciudad, lo mejor que tiene es que el tiempo casi siempre acompaña a estar todo el día en la calle.

Después de pasear un rato (los excesos hay que ganarselos :-) ) y entramos a tomar algo en este sitio situado en el lateral de la plaza de Europa.
Tuvimos suerte porque a pesar de ser una fecha señalada donde las parejas salen a cenar románticamente, encontramos hueco en una mesa alta de que es como comer en la barra pero algo más "íntimo".

Y echamos un vistazo a la carta, que si una ensalada de pollo con piperrada, queso de cabra con mermelada, croquetas caseras (supongo que de pollo, aunque a un fanático de las croquetas lo que menos le importa, si están buenas, es su contenido), un gratén de verduras. Todo para compartir. La verdad es que después de pedir siempre piensas si realmente te has ganado el exceso de cena, pero bueno… mañana se andará más (que para eso tenemos ese magnífico Malecón).

Todo muy rico pero, de otras veces que he ido, me gusta más la ensalada de pipas de calabaza (que están tostaditas al horno).
También si lo que quieres es tomar algo más rápido en la barra verás unas fuentes con distintos pinchos, que por un precio aproximado de 1’20 cada uno, puedes probar distinta variedad.

Mejorable el vino por copas de la casa (es el único que tienen por copas), porque aunque sea un Rioja, se puede mejorar el sabor, así que si eres muy sibarita con el vino, o bien te pides una botella de uno que te guste y directamente a la cerveza, que con eso, no fallas.

El servicio muy amable, camareros jóvenes muy simpáticos y pendientes de ti.
A los postres no llegué, pero se veían cosas bastante interesantes en la carta.
Y también recomendaría tomar un mojito (como rebajo de la cena), que están bastante buenos y si encima te los hace el encargado ( ¿dueño?), mejor que mejor (por el acento diría que es cubano).

El sitio, es pequeño, con una terraza fuera, cubierta. Si quieres llevar a tu pareja en plan romántico, díselo cuando reserves, y os pondrán velitas en la mesa (aunque normalmente las hay).
Y siempre es conveniente reservar, sobretodo jueves y fines de semana.

El Alambique lo podréis encontrar en la C/ Santa Quiteria, 8 .Telf: 605 03
0 419

05 febrero 2007

Chez Marcel


Hay sitios que te tienen que hablar de ellos porque no se encuentran por casualidad. Y si encima cuando llegas sales maravillado de la comida mejor que mejor. Me refiero al Chez Marcel. Ese restaurante francés situado en la Arboleja casi al final del Malecón (desviándose uno a la izquierda antes de llegar a Don Jose María).
Un restaurante que por fuera no parece ni por asomo lo que te vas a encontrar por dentro.
Es un sitio pequeño, pero con numerosas mesas (imprescindible reservar antes). Con dos saloncitos con un aire acogedor.

Y allí cuando llegas te recibe Marcel con la simpatía de murciano pero con acento francés que aún mantiene a pesar de los años que vive en Murcia.
Te sientas en la mesa que te toque y esperas a que se te acerquen a la mesa a decirte los platos del día. Si, si, no hay carta. Hay una serie de platos que son los fijos pero hay veces que varían y uno que te gusta más no hay pero sin embargo hay otro con nombre aún más rico.
Y eliges, de entrantes una amplia variedad... caracoles (con mantequilla y perejil), varias tipos de quiche (de roquefort, normal, de queso de cabra), luego tienes varios pates (de liebre, de ciervo, de pato...).
No sabes por donde empezar y aún quedan los platos fuertes. Entonces, quien te atiende te enumera los segundos, que si cerdo con ciruelas, que si vieira, que si confit de pato, que si ternera con salsa de castañas... y en este punto ya estás perdida. Te lo pedirias todo. Pero no, con los entrantes y un plato ya tienes más que suficiente. Yo reconozco que soy poco original, descubrí el cerdo con ciruelas y pasas y dificilmente me sacais de allí, pero tengo entendido que los otros también están muy buenos.

Y para beber, sin lugar a dudas el vino de la casa. Un Ribera del Duero etiquetado para el restaurante que está muy bueno (relación calidad-precio, buenisima).


Y para postres, el mio favorito, la Isla Flotante. Un postre hecho a base de huevos al punto de nieves y natillas que es apto para supergolosos, aunque también disponen de varias tartas caseras.
Lo dicho, que cuando te vas a dar cuenta has comido estupendamente, con un servicio impecable y tu cartera no tiembla (si, he dicho bien, no tiembla). Además tengo entendido, aunque no las he probado aún, que por encargo hacen foundees de carne y de queso. Así que tendré que hacer hueco en mi agenda para ir a probarlas y poder hablar de ellas.

El sitio es perfecto para una cena con tu pareja o una quedada con amigos que hace tiempo que no ves.
Chez Marcell lo encontrarás en el Carril de los Chornos (Arboleja). Telefono: 968299960. Imprescindible reservar.
* 31 de Marzo: Ha cambiado de dirección: Carril Orenes, Ricón de Seca. El teléfono sigue siendo el mismo.
En breve iré y lo actualizaré