30 mayo 2007

La Cueva del oso



Quizá estoy dejando pasar más tiempo entre un post y otro pero hay que tener en cuenta de que una no puede estar todo el día en la calle tomando cañas (aunque bien que le gustaría) pero de cara al verano hay que mantener el tipo, que si no luego llegan los "madres mías"...

Pero no obstante ayer sí que salí y de un paseo por el centro, desembocamos en una tanda de cervecitas en un sitio pequeño y acogedor, bastante conocido por alguno de mis lectores (sobre todo uno que yo me sé :-) )

Siempre que paso, debido a las 3 mesitas de 2/3 personas y a la única de 4 que tiene, me quedo con las ganas de pasar pero ayer hubo suerte y aunque nos situamos en la barra (que tampoco está mal) enseguida nos sentamos en la mesa grande, cuando se nos unieron dos más "alborocoreros", jejejeje.

Aquí lo que predominan son los montaditos a base de pan tostado y calentito de los que destacaría el de morcilla, atún con pimiento del piquillo, salchicha blanca (muy buena por cierto), sobrasada con queso fresco a la plancha, el de huevo de codorniz con una lonchita de lomo embuchado, el de salmón... y bastantes más.


También las hamburguesas, los pinchos morunos y de pollo y las tablas mixtas de pates y quesos acompañados por sus mermeladas de diferentes sabores.
No me olvidaría de pedir, para los que prefieren hacer cenas más ligeras, su ensalada especial, que tiene una pinta buenisima (y doy fe que su sabor también lo es).
Y si sólo vas de paso y te quieres tomar unicamente una cañita para refrescarte, pidetela acompañada de sus patatas fritas aliñadas con limón y pimienta.
Lo encontrareis en C/ Alejandro Seiquer 18. Y que tengais suerte de encontrar hueco!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo único que no me gusta de estos locales tan pequeñajos (de 'La Taberna' o 'Las jarras' ya ni hablo) es el pestazo a plancha y humo que invade todo el local y que, inevitablemente, se pega a los ropajes y pelo de los comensales, QUE, VERDADERAMENTE, SALEN DE ALLÍ OLIENDO A OSO

Anónimo dijo...

HOla alboroquera:
Si vas en verano y quieres comer, también puedes pedir el menú... consistente en lo que hagan en el bar de enfrente. El dueño (Javi, "el oso") sale muy ufano, y te trae lo que haya en los ventanales. Te cobra la cerveza y listo. Un abrazo.