15 octubre 2007

Actividades

Puente pasado por agua, típicamente otoñal y sobretodo gastronómico donde no han faltado ingredientes típicos de la estación de las lluvias.

Y el día del Pilar, con amenaza de tormenta, nos decidimos un grupo de “alboroqueros” y yo a degustar el menú comentado en el post anterior: “Las setas en otoño” – Menú de mediodía - En las Cocinas del Bulevar.

Era una buena excusa para reunirnos y de paso disfrutar de tan sabroso ingrediente.

Nos acomodamos en nuestros sitios y mientras esperábamos tomábamos la cerveza de aperitivo nos sirvieron unos crostinis hechos con setas que estaban muy ricos.
Tras la breve espera empezaron a llegar los platos, acompañados de un vino blanco, de la comarca del Penedés. Primero el queso camembert de Jumilla, de sorprendente sabor y encima de aquí la tierra. Que no tenía nada que envidiar a los del país vecino.


Luego llegó el huevo ecológico, una mezcla curiosa, servido sobre un lecho de distintos tipos de hongos como por ejemplo el Shiitake (seta de origen asiático de vivo sabor muy utilizada en la cocina china y japonesa). El plato se servía con un caldo aparte que podías servirte a tu gusto (mejor con menos caldo para evitar ahogar el huevo, jejejeje). Y ya pasamos al vino tinto, Partal de Bullas para mi gusto un pelín más frío de la cuenta (cosa que el resto de mis acompañantes no percibieron tanto) pero que ya sugerí y que tomaron buena nota.


Tras dichos entrantes llegó por fin el arroz con serranas, níscalos y conejo. No de la forma que ya conocemos si no con aspecto meloso, como si fuera un risotto para destacar aún más la unión de los distintos ingredientes.

Con el postre de chocolate nos sirvieron un vino dulce que aunque era de sabor bastante fuerte, era idóneo para acompañar al plato. Cabe destacar que incluso habían conseguido un leve aroma a hongo que acompañaba a la combinación de dulces.


En resumen, era todo un homenaje a los “fungi”, una buena velada y mejor compañía (a pesar de que HAL hubiera preferido que sus platos llegaran un poco más calientes a su destino).
* A mis acompañantes porque gracias a ellos, este post ha sido posible :-)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre la temperatura del vino he de decir que estoy de acuerdo con los comentarios de Alboroka. En cuanto a la temperatura del resto de platos solo diré que me sorprendió que (hasta) el brownie no estuviera caliente. Me dejó tan perpelejo que inmediatamente acudí a la wikipedia, que vale "aprox" (como dicen en el sketch de Ferrán Adriá en Muchachada Nui) 100 € menos que el Larousse gastronómico, para comprobar que literalmente expresa: "suelen servirse calientes" (como el arroz, por ejemplo) lo que implica que no siempre han de servirse de tal guisa, comprobando con pudor que mi ignorancia me había llevado nuevamente al error de pensar que indefectiblemente ese brownie debería haber estado caliente. Tal vez fuí muy duro con él. Recaían sobre él todas las esperanzas o "las grandes esperanzas, que están puestas sobre nosotros, y así pesan" como en el poema de Gil de Biedma, recaían pues (que divago) las esperanzas sobre ese brownie, sobre ese postre americano, policía del mundo de los postres, de ser el plato caliente del menú. Mas todo en vano. La gran selección de vinos díó calor a mis entrañas. Ninguna tragedia mi personal opinión sobre la necesidad de unos los platos más calenticos. La proxima vez vendré caliente de casa. Chicas, os aviso.

sushi de anguila dijo...

HAL, as usual, ¡genial!

Día de lluvia el de la Pilarica; jornada idónea para las setas, ni escogida a posta. Tras capear el diluvio con mejor o peor fortuna, hacemos tiempo en la barra degustando una sabrosa croquetilla de bacalao con refrescante cerveza.

Y llega el momento de disfrutar del menú preparado por el eficaz equipo que capitanea ese enamorado de la cocina que es Antonio Gras. Con un servicio más que destacado, atento en las explicaciones (una moda de la que no soy especialmente partícipe, porque creo que interrumpe el ritmo de la comida y de la conversación; las prefiero todas de un tirón, al principio, mientras se sirven los entrantes) y muy receptivo a las sugerencias y opiniones de los comensales.

En cuanto al menú, destacar que ofrece un espléndido surtido de hongos entre boluetus edulis, shiitake frescas, chantarellas (rebozuelos), níscalos...

Los únicos peros para mí fueron el caldo de jamón que acompañaba al huevo de gallina ecológico, para mí prescindible pues diluye el sabor del resto de ingredientes (aunque el día, ciertamente, invitaba a consomé); el vino tinto, que no me sedujo con su recio sabor; el conejo del arroz, cuya cocción me pareció un poco sosa; y el vino del postre, excesivamente fuerte frente a otras propuestas similares de otras bodegas murcianas.

Me encantaron los entrantes: deliciosos grissini rezumando sabor a aceite de oliva, exquisito buñuelo de boletus con mayonesa de encurtidos, crujiente y delicada galleta de arroz y gambas, y sorprendentemente rico ese camembert jumillano de queso de cabra relleno de ragout de setas.
Preludio de lo que había de venir después.

Al plato del huevo ecológico, muy jugoso, ya he dicho que no le veo la necesidad alguna del caldo. El arroz, de estilo 'arrissotado', me pareció excelente por su textura melosa, el detalle de servir los caracoles sin cáscara y por sus deliciosos níscalos (yo le hubiera puesto muchos más, ¡pero es que a mí me pierden los rovellons!). Insípido, como ya he dicho, para mí, el conejo. De los vinos, me quedo con el espléndido penedés que acompañó a los entrantes.
Y de postre, un lujazo: delicioso helado de trufa (¡el hongo!) confitada con miel acompañado de unos toques de chocolate y naranja sanguina, exquisita mousse de castañas con exóticas sales de Hawai(negra volcánica y roja arcillosa) y un brownie riquísimo. Un acierto.

Estupenda comida en el cómputo general, con una compañía de primera que realzó aún más si cabe el sabor de los platos, por no hablar del tonificante cafetico-con copas posterior en el Altea. Esperando ansioso la próxima, a ver cómo de ardiente se nos presenta entonces HAL. ¿Habrá que llevarse el extintor?