Tsunami (Madrid)
Y eso es lo que hice ayer, aprovechando que estoy - en estos últimos días de vacaciones que me quedan - en la capital de España. Había que darle a NL y S, gente hospitalaria y de orden, la bienvenida en su regreso a nuestro país.
Llegamos con puntualidad británica (escocesa para ser más exactos), porque en esta ciudad, como te retrases un poquito te encuentras que tu mesa ha sido asignada a otro. No obstante, esta ciudad es mucho más asequible, accesible, y humana en el mes de agosto (la playa tiene la culpa). El sitio, de aire austero, tiene fama de representar fielmente los locales propios de Tokio, donde el verdadero toque japonés está en la calidad de sus platos y no en los múltiples abalorios que cuelgan en las paredes.
Mientras tomábamos nuestra primera cerveza, fuimos pensando qué pedir. Yo lo tenía claro: la razón principal por la que me encanta este sitio es su “Ensalada de Sashimi” (100% recomendable) así que en ese plato no había duda alguna. El resto, fue casi elegido al azar según preferencias de cada uno: “Sushi Mixto”, “Yakisoba” (fideos fritos), “Gyoza” (empanadillas a la plancha) y un “Unagui Maki” (de anguila para ser exactos). Empezamos con esto con la idea de pedir consejo al Chef si seguíamos con hambre. Absolutamente todos los platos que nos fueron servidos estaban espectaculares. El Maki de Anguila tenía una textura difícilmente descriptible, pero que merece la pena probar.
(*) Detalle de la ensalada de sashimi... mmmmmm...
Tras terminar con la primera demanda de platos - y como era previsible en cuatro víctimas de las sucesivas y crueles Japohambrunas que azotan sin piedad al Levante español - aún teníamos ganas de seguir probando distintas cosas, con lo que para terminar nos decidimos por un “Tsunami Roll” y un “Crispy Roll”. El primero, compuesto también por anguila, setas y varios ingredientes más que no llegué a averiguar me encantó. Interesante mezcla, que entra con fuerza en la Categoría de los “Hayque”. Su único inconveniente es que es servido en cuatro enormes trozos, lo que conlleva cierta dificultad para comerselo de un bocado con palillos. El segundo, recomendación del camarero y plato estrella del local (según las críticas, porque para mi la estrella es la Ensalada), es otro tipo de maki, rebozado en una finísima tempura y relleno de un atún con un toque pincatillo (que a algunos les pareció bastante fuerte) y acompañado por una salsa aún más picante, sólo apta para valientes, jejejeje (pero se puede tomar sin mezclar con la salsita roja).
(*) Crispy Roll, la salsa que lo acompaña es muy muy picante
¿Que más puedo decir? Que todo merece una puntuación altísima, y que estoy deseando volver a repetir. Y que la cena de recibimiento planeada fue todo un éxito.
Como nota curiosa explicaré que los propietarios son dos hermanos murcianos, Pedro y Ángel, naturales de San Pedro del Pinatar. Pedro trabajó varios años en un importante restaurante de Tokio, y a su regreso quiso plasmar a la perfección todo lo aprendido allí y sin lugar a dudas lo ha conseguido, convirtiendo al restaurante en un sitio de referencia para los “sushi’s adictos”.
El precio medio aproximadamente de 30 euros por persona sin vino, pero que me pareció más que razonable debido a la gran cantidad de platos degustados. Recomiendo ir con reserva previa.
El local está situado en la Calle Caracas, 10 (*), Madrid. Tel.: 91 308 05 69
(*) muy cerquita del Hotel Santo Mauro ***** (AC Selección) lugar donde vivió y creció intelectualmente la librepensadora Victoria Beckham (de soltera Adams) y que inspiró su Tratado “España huele a Ajo, Let´s go to the US!”.