Bambino
Entrando ya en la rutina del pre-otoño, con sus lluvias y sus noches más frescas, tocó salida de Sábado noche.
S. y yo quedamos para tomar unas tapas, en un sitio donde no hubiera mucho ruido en la previa a tomar una copa. Así que pensando, pensando, elegí este sitio tan cerca de la zona de bares y a la vez agradable.
Reservé mesa para las 21.45 y me insistieron puntualidad absoluta o perdería mi reserva a los 15 minutos (madre mía esto se parece cada día más a Madrid).
Llegamos sin demora, que es una de las ventajas de poder ir andando y no tener que aparcar (imposible un Sábado noche) y teníamos nuestra mesa, con nuestra velita y todo (se me olvidó decirle que no era una cena romántica, jejejejeje).
El camarero, muy amable, estuvo trajinando el aire acondicionado para que no nos diera de lleno, y al final, lo consiguió. Estuvimos mirando la carta aunque no sin cierta dificultad debido a la poca luz que tiene el local (muy útil para una cena en un ambiente cálido y relajado pero no para poder leer o ver lo que comes).
Pedimos todo para el centro, empezando con la Ensalada “Espuma de mar” (con aguacate, langostino, lechugas y caviar); el “Carpaccio de solomillo”; y a compartir unos Espaguetis Carbonara. El camarero nos aconsejó pedir también unos “Bambinos de Foie”, que son unas tostaditas cuadradas pequeñas con foie y miel, a lo que no pudimos negarnos.
La Ensalada, servida en un gran bol, era enorme (ya con eso habría cenado de sobra). Aliño aparte, para echar y mezclar. Luego llegaron los Bocaditos (seis en total), con su foie caliente, mmmmmm… y el Carpaccio. Este último me gustó bastante y estaba tan finamente cortado que era difícil distinguir una loncha de otra. Con el pesto y el parmesano aparte para servir al gusto (excelente idea para aquellos que no sean muy amigos del queso). Por último, llegaron nuestros Espaguetis en una fuente al centro, que tomamos acompañados por unas copas de vino “de la casa”, un “Casa de la Ermita”.
De Postre - y a pesar de haber comido bastante - no nos pudimos resistir a pedir una “Tarta de frutos del bosque” aunque yo me habría decantado más por el Tiramisú. Nos la sirvieron con unas copitas de vino dulce, a modo de invitación.
El Servicio estuvo muy bien, rápido y simpático. Recomendado para gente joven que quiera una cena romántica a la luz de las velas o cuando hay espectáculo quiera una noche diferente.
De precio aproximado, unos 24 euros por persona.
Al final nos dieron una hoja para rellenar para mantenernos informados de los espectáculos de flamenco y música en vivo que hacen un miércoles de cada mes y que son 100% recomendables, según AK, porque yo aún estoy esperando encontrar hueco en alguno de ellos (siempre me entero tarde )
Como nota curiosa diré que los miércoles a mediodía, previo encargo, puedes comer gazpacho jumillano (buuuuuuuuuf…) aunque voy a esperar a que llegue un poco más el frío para lanzarme...
Lo encontraréis en la C/ San Ignacio de Loyola 1, Teléfono 627 80 29 67
S. y yo quedamos para tomar unas tapas, en un sitio donde no hubiera mucho ruido en la previa a tomar una copa. Así que pensando, pensando, elegí este sitio tan cerca de la zona de bares y a la vez agradable.
Reservé mesa para las 21.45 y me insistieron puntualidad absoluta o perdería mi reserva a los 15 minutos (madre mía esto se parece cada día más a Madrid).
Llegamos sin demora, que es una de las ventajas de poder ir andando y no tener que aparcar (imposible un Sábado noche) y teníamos nuestra mesa, con nuestra velita y todo (se me olvidó decirle que no era una cena romántica, jejejejeje).
El camarero, muy amable, estuvo trajinando el aire acondicionado para que no nos diera de lleno, y al final, lo consiguió. Estuvimos mirando la carta aunque no sin cierta dificultad debido a la poca luz que tiene el local (muy útil para una cena en un ambiente cálido y relajado pero no para poder leer o ver lo que comes).
Pedimos todo para el centro, empezando con la Ensalada “Espuma de mar” (con aguacate, langostino, lechugas y caviar); el “Carpaccio de solomillo”; y a compartir unos Espaguetis Carbonara. El camarero nos aconsejó pedir también unos “Bambinos de Foie”, que son unas tostaditas cuadradas pequeñas con foie y miel, a lo que no pudimos negarnos.
La Ensalada, servida en un gran bol, era enorme (ya con eso habría cenado de sobra). Aliño aparte, para echar y mezclar. Luego llegaron los Bocaditos (seis en total), con su foie caliente, mmmmmm… y el Carpaccio. Este último me gustó bastante y estaba tan finamente cortado que era difícil distinguir una loncha de otra. Con el pesto y el parmesano aparte para servir al gusto (excelente idea para aquellos que no sean muy amigos del queso). Por último, llegaron nuestros Espaguetis en una fuente al centro, que tomamos acompañados por unas copas de vino “de la casa”, un “Casa de la Ermita”.
De Postre - y a pesar de haber comido bastante - no nos pudimos resistir a pedir una “Tarta de frutos del bosque” aunque yo me habría decantado más por el Tiramisú. Nos la sirvieron con unas copitas de vino dulce, a modo de invitación.
El Servicio estuvo muy bien, rápido y simpático. Recomendado para gente joven que quiera una cena romántica a la luz de las velas o cuando hay espectáculo quiera una noche diferente.
De precio aproximado, unos 24 euros por persona.
Al final nos dieron una hoja para rellenar para mantenernos informados de los espectáculos de flamenco y música en vivo que hacen un miércoles de cada mes y que son 100% recomendables, según AK, porque yo aún estoy esperando encontrar hueco en alguno de ellos (siempre me entero tarde )
Como nota curiosa diré que los miércoles a mediodía, previo encargo, puedes comer gazpacho jumillano (buuuuuuuuuf…) aunque voy a esperar a que llegue un poco más el frío para lanzarme...
Lo encontraréis en la C/ San Ignacio de Loyola 1, Teléfono 627 80 29 67
2 comentarios:
S=¿Susana?= Genial! Creo sinceramente que pedísteis muy bien, vino incluido. Da hambre sólo con leer el post. En diciembre de 2006, cuando aún compartía cenas con la rubia, rellené la hoja esa del Bambino y todavía estoy esperando que me llamen o me informen de algo... claro que a lo mejor a la que llaman es a ella, y a mí me tienen en la inopia. Lo del gazpacho jumillano, promete. Besos a las dos.
Pues estuve este fin de semana con el grupo de amigos. El sitio muy bien para cenas de poca gente, como mucho 4 o 5, más imposible, nosotros éramos 7 y no nos oíamos. Y la falta de luz es un problema, porque la carta prácticamente ni la lees y al final te dejas aconsejar por el camarero (buena estrategia). Todo muy bueno, las ensaladas, el carpaccio, y los diferentes platos de buey, 3 para ser exactos, a compartir todo menos el postre. Sólo probé el tiramisú y no me gustó nada, parecía una nube de chocolate y bastante empalagosa. No es por nada, pero el mío está ¡¡¡exquisito!!!
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