No, no he sido abducida por ningún ovni, ni me he marchado a vivir a otro país pero en estos meses ando con algún que otro lío extra que me quita mucho tiempo.
Sin embargo esta noche me he propuesto encontrar un hueco y hablar de un sitio nuevo que he tenido el gusto de conocer, y probar, esta semana.
En el antiguo local donde ya se ubicaba un italiano, han cogido el testigo los dueños del restaurante argentino el Quincho, y lo han transformado en un “italo-argentino”.
Cambiando la decoración anterior y manteniendo el aire moderno entramos en un local amplio, con grandes espacios entre las mesas y dos salones, fumadores y no fumadores.
Llegamos pronto, cuando aún no había nadie: - Mesa para dos en no fumadores (que una hace tiempo que se quitó el vicio)-. Nos atendió una chica argentina, encantadora, cuyo timbre de voz estaba muy acorde con el tipo de restaurante.
* Detalle del salón de no fumadores
* La decoración de las paredes
Con un par de cervezas, ojeamos la carta. Algunos platos iguales al restaurante de la Plaza de los Apóstoles y luego una gran cantidad de platos de pasta y de pizzas.
Mientras esperas te ponen una pasta de queso muy rica para tomar acompañada de biscotes.
De entrante nos pedimos las clásicas empanadillas ya de sobra conocidas, una “Norteña” y otra “Criolla”, para compartir. De segundo, para C. un “Triángulo negro con salsa de gambas” (ya los había probado anteriormente en la inauguración y me encantaron, así que se los recomendé) y para mi, “Corazón de bogavante”, con la condición de que nos los cambiaríamos a mitad.
Para beber, agua y cerveza.
* Empanadilla norteña
Las empanadillas están bien, la criolla con cierto sabor más picantillo en el fondo. Es un entrante bastante contundente, que conviene ser pedido o como único o con poco más. Van rellenas de carne y la diferencia entre un tipo y la otra es el corte de la carne que la rellena.
Luego llegaron los segundos. El mío estaba bueno pero me gustaron más los triángulos, quizá porque esperaba algo más de los “corazones de bogavante”, que no me pareció otra cosa más que pasta con salsa de tomate. Sin embargo el otro estaba más sabroso para mi gusto.
No obstante a C. le pasó lo contrario, que el mío le gustó más. Menos mal que optamos por el cambio de platos y así todos contentos.
* Corazones de bogavante
El servicio muy atento y rápido. Conforme iban pasando los minutos el local se iba llenando de gente que entraba para cenar allí.
Después, a pesar de no poder con el postre, pedimos unas “Croquetillas de chocolate acompañadas de helado”., las cuales puedo valorar poco ya que no me suele gustar ese dulce pero para los chocolateros decirles que van rellenas de chocolate de negro.
Nos gustó el sitio y ya lo tengo fichado para alguna cenilla de amigas pendiente.
De precio, dentro del precio de este tipo de comida, 18 euros persona (bueno, no pedimos vino que suele subir).
Lo podéis encontrar en Plaza Condestable s/n. Telf: 968 294 583
* Dedicado a "Yoni", ya sabe por qué... :-)